Lectura Bíblica Dia 99 - Lunes - 20-11-2023 - 1ª de Corintios Capítulos 13 y 14

Lectura Bíblica - Día 99 - 20-11-2023 - 1ª De Corintios Capítulos 13 y 14. También En Audio

1ª De Corintios Capítulos 13

Si yo hablara en las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tuviera amor, he llegado a ser bronce que resuena o un címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo el conocimiento, y si tuviera toda la fe hasta trasladar montañas, pero no tuviera amor, nada soy. Y aún si repartiera todas mis posesiones, y entregara mi cuerpo para gloriarme, y no tuviera amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, el amor es bondadoso, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no actúa indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra en la injusticia, sino que se regocija con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser, pero ya sean profecías, se les pondrá fin, ya sean lenguas, cesarán, ya sea conocimiento, se acabará; porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, pero cuando venga lo perfecto, lo que es en parte se terminará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser hombre, dejé lo que era de niño. Porque ahora vemos mediante espejo, veladamente; pero entonces, cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, conforme fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

1ª De Corintios Capítulos 14

¡Seguid el amor! Y procurad las cosas del Espíritu, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a DIOS, pues nadie lo entiende, pues por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza, habla a los hombres para edificación y exhortación, y consuelo. El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablarais en lenguas, pero más que profetizarais, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. Porque, hermanos, si yo fuera a vosotros hablando lenguas, ¿de qué provecho os sería si no os hablara con revelación o conocimiento, o con profecía, o doctrina? Aun las cosas inanimadas que dan sonidos, bien la flauta o la cítara, si no dieran distinción a los sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta, o se tañe con la cítara? Y si la trompeta diera un sonido confuso, ¿quién se prepararía para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no dierais palabra comprensible, ¿cómo se entenderá lo que se habla? Porque estaréis hablando al aire. Tantas clases de voces hay quizás en el mundo, y ninguna carece de significado, pero si no entiendo el significado de la voz, seré un extranjero para el que habla, y el que habla, un extranjero para mí. Así también vosotros, puesto que anheláis cosas espirituales, procurad abundar en ellas para edificación de la iglesia. Por lo cual, el que habla en lenguas, ore para que interprete. Porque si oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Entonces, qué? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; entonaré salmos con el espíritu, pero también entonaré salmos con el entendimiento. Porque si bendices con el espíritu, ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de simple oyente, si no sabe lo que dices? Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. Doy gracias a DIOS de que hablo en lenguas más que todos vosotros, pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir a otros, que diez mil palabras en lenguas. Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero sed maduros en el modo de pensar. En la ley está escrito: En otras lenguas y en labios de otros hablaré a este pueblo, Y ni aun así me oirán, dice el Señor. Así que, las lenguas son por señal, no a los que creen, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los que creen. Si, pues, toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entraran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos profetizaran, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto, y así, postrándose sobre el rostro, adorará a DIOS, reconociendo que DIOS está verdaderamente entre vosotros. ¿Qué hacer, pues, hermanos? Cuando os reunáis, cada uno tiene salmo, tiene doctrina, tiene revelación, tiene lenguas, tiene interpretación; hágase todo para edificación. Si alguno habla en lenguas, que sean dos, o a lo más tres, y por turno, y uno interprete. Y si no hubiera intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para DIOS. Los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan. Y si a otro que está sentado le fuera revelado algo, calle el primero; porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados, pues los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas, porque DIOS no es de desorden, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos. Las mujeres callen en las iglesias, porque no les es permitido hablar, sino estar sujetas, como también lo dice la ley. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. ¿Acaso la Palabra de DIOS salió de vosotros? ¿Acaso llegó solo a vosotros? Si alguno supone que es profeta o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque es mandamiento del Señor; pero si alguno lo ignora, es ignorado. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas, pero hágase todo decentemente y con orden.

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