Lectura Bíblica - Día 86 - Miércoles - 01-11-2023 - Génesis 48 a Génesis 50
Lectura Bíblica - Día 86 - Miércoles - 01-11-2023 - Génesis 48 a Génesis 50 - También en Audio
Génesis 48
Después de estas cosas, le fue dicho a José: He aquí, tu padre está grave. Y él tomó a sus dos hijos: Manasés y Efraín. Y le fue notificado a Jacob diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. E Israel se esforzó y se incorporó en el lecho. Y dijo Jacob a José: El-Shadday se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo, y me dijo: He aquí Yo te haré fructificar, te multiplicaré, te pondré por congregación de pueblos y a tu descendencia después de ti daré esta tierra por posesión perpetua. Pues bien, los dos hijos que te nacieron en la tierra de Egipto antes de venir yo a vivir contigo en Egipto, son míos. Efraín y Manasés, serán para mí como Rubén y Simeón. En cambio, la descendencia que habrás engendrado después de ellos, serán tuyos, y en nombre de sus hermanos recibirán su heredad. En cuanto a mí, al regresar de Padam, para tristeza mía murió Raquel en tierra de Canaán, por el camino a una media legua de Efrata. Y la enterré en el camino de Efrata, que es Bet-Léjem. Y viendo Israel a los hijos de José, preguntó: ¿Quiénes son? Y José respondió a su padre: Son mis hijos, que Elohim me dio aquí. Le dijo: Acércamelos y los bendeciré. Y los ojos de Israel estaban oscurecidos por la vejez, y casi no podía ver. Así pues, los hizo acercarse y los besó y los abrazó. Y dijo Israel a José: No contaba con ver tu rostro, pero, he aquí, Elohim me ha hecho ver también tu descendencia. Entonces José se los retiró de las rodillas, y se postró con su rostro a tierra. Después tomó José a ambos, a Efraín con la diestra lo puso a la izquierda de Israel, y a Manasés con su izquierda lo puso a la derecha de Israel, y se los acercó. Pero Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando sus manos, y bendijo a José, diciendo: Ha-Elohim, en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, Ha-Elohim, que me ha pastoreado desde que existo hasta este día, El Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre, Y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, Y aumenten hasta ser una multitud en medio de la tierra. Pero José, viendo que su padre había colocado la diestra sobre la cabeza de Efraín, le desagradó, y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés, mientras decía a su padre: Así no, padre mío; pon tu diestra sobre su cabeza, porque este es el primogénito. Pero se rehusó, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé. También él llegará a ser un pueblo, y también será encumbrado, pero su hermano menor será mayor que él, y su descendencia llegará a ser una multitud de naciones. Y aquel día los bendijo, diciendo: En vosotros será bendito Israel cuando digan: Elohim te haga como a Efraín y como a Manasés. Y colocó a Efraín delante de Manasés. Y dijo Israel a José: He aquí yo estoy por morir, pero Elohim estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres. Y yo te entrego una mejor parte que a tus hermanos, la cual tomé de mano del amorreo con mi lanza y mi arco.
Génesis 49
Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Reuníos, y os anunciaré qué os acontecerá en los días postreros. Juntaos y escuchad, hijos de Jacob, Oíd a vuestro padre Israel: Rubén, tú eres mi primogénito, Fuerza y primicia de mis hijos, Principal en dignidad y principal en poder, Desbordado como agua en insolencia, te degradaste, Profanaste el lecho de tu padre: ¡Subiste a mi tálamo! Simeón y Leví son hermanos, Sus cuchillos, instrumentos de injusticia. No entre mi alma en su consejo, Ni mi espíritu se una a su asamblea, Porque en su furia asesinaron varones, Y en su temeridad desjarretaron bueyes. ¡Maldito su furor, porque fue cruel, Y su furia, porque fue implacable! Los desparramaré en Jacob, Y haré que se dispersen en Israel. Judá, te alabarán tus hermanos, Tu mano, en la cerviz de tus enemigos, Los hijos de tu padre se postrarán ante ti.
Cachorro de león es Judá, Subiste cual un brote, hijo mío, Habiéndote reclinado, dormiste, ¿Quién hará que se levante?
No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de su muslo Hasta que venga Siloh, Expectación de las naciones. Ata a la vid su pollino, Y a la cepa escogida el hijo de su asna. Lavará en vino su vestido, Y en la sangre del racimo su manto. Sus ojos, alegres por el vino, Sus dientes, blancos por la leche. Zabulón morará a la orilla de los mares, Él será puerto de navíos, Y se extenderá hasta Sidón. Isacar deseó lo bueno, Descansa entre las heredades. Vio que el descanso era bueno, Y la tierra placentera. Inclinó su hombro para cargar, Y llegó a servir en tributo. Dan juzgará a su pueblo, Como una de las tribus de Israel, Pero: ¡Sea hecho Dan serpiente junto al camino, Reptil astado junto al sendero, Que muerde el talón del caballo Y quien lo monta cae hacia atrás, Esperando ansiosamente la salvación de Adonai! Gad, salteadores lo asaltan, Pero él les asaltará de cerca su talón. Aser, su pan es sustancioso, Y él dará deleites al rey. Neftalí es cierva suelta, Que da crías muy hermosas. José es retoño fructificador, Hijo que hace fructificar, Hijo mío, digno de imitar, Renuevo vuelto a mí, Se confabulaban para infamarlo, Los arqueros disparaban con envidia. Pero sus arcos fueron rotos con poder, Debilitados los tendones de sus brazos, Por la mano del Fuerte de Jacob. Fortalece desde entonces a Israel, Por parte del Elohim de tu padre. Del Elohim de tu padre, que te ayudará, De El-Shadday, que te bendecirá, Con bendiciones de los Cielos arriba, Con bendiciones de una Tierra que todo lo posee, Gracias a las bendiciones de los pechos y del útero. A las bendiciones de tu padre, Que sobrepasan las de mis padres, A bendiciones de montañas eternas, Que sobrepasan las de collados antiguos, Sean ellas sobre la cabeza de José, Y en la corona de los hermanos a quienes acaudilla. Benjamín es lobo depredador, En la mañana devorará la presa, Y por la tarde repartirá despojos. Todos estos son los doce hijos de Jacob, y así les predijo su padre, bendiciéndolos a cada uno según su bendición. Y les dijo: Soy reunido a mi pueblo. Enterradme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo. En la cueva de la Makpelah, frente a Mamre, en tierra de Canaán, la cual, junto con el campo de Efrón heteo, compró Abraham como propiedad para sepultura. Allí sepultaron a Abraham y a su mujer Sara, allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté a Lea. La compra del campo y de la cueva que hay en él, proviene de los hijos de Het. Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró; y fue reunido a su pueblo.
Génesis 50
Y José se inclinó sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó. Y ordenó José a sus sirvientes embalsamadores que embalsamaran a su padre. Y los embalsamadores embalsamaron a Israel, y se cumplieron cuarenta días de su muerte, pues tales son los días para una sepultura. Y Egipto hizo duelo por él durante setenta días. Pasados los días del duelo, José habló a la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado gracia ante vuestros ojos, hablad a oídos de Faraón, diciendo: Mi padre me hizo jurar, diciendo: Me sepultarás en el sepulcro que yo preparé para mí mismo en la tierra de Canaán. Ahora, pues, subiré a sepultar a mi padre y volveré. Y dijo Faraón: Sube y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar. Subió entonces José a sepultar a su padre, y con él subieron todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto, así como toda la familia de José, sus hermanos y la casa de su padre. Solamente dejaron en la tierra de Gosén a sus pequeños, sus rebaños y sus vacadas. También subieron con él carros y jinetes, resultando el cortejo en extremo honorable. Cuando llegaron a Goren-Atad, allende el Jordán, lamentaron con grandes e intensos lamentos. Y él hizo duelo por su padre siete días. Los habitantes de aquella tierra, los cananeos, vieron entonces el duelo en la era de Atad, y dijeron: Duelo honorable de los egipcios es este. Por tanto, llamaron su nombre Abel-Mizraim, el cual está allende el Jordán. Y sus hijos hicieron así. Y lo llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de la Makpelah, campo que Abraham había comprado a Efrón heteo, para propiedad de sepultura, enfrente de Mamre. Y regresó José a Egipto con sus hermanos y con todos los que habían subido con él a sepultar a su padre. Cuando los hermanos de José vieron que su padre había muerto, dijeron: Quizá José nos guarde rencor, y ciertamente nos devolverá todo el mal que le hicimos. Y mandaron a decir a José: Tu padre dio órdenes antes de su muerte diciendo: Así diréis a José: Perdona la transgresión de tus hermanos y su pecado, porque te causaron males. Y ahora, perdona la transgresión de los siervos del Elohim de tu padre. Y mientras hablaban con él, José lloró. Y vinieron y se postraron ante él, y dijeron: ¡Henos aquí por esclavos tuyos! Pero José les dijo: No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Elohim? Aunque vosotros pensasteis mal contra mí, Elohim lo encaminó para bien, para hacer como hoy y hacer vivir a un pueblo numeroso. No temáis, yo os sustentaré a vosotros y a vuestros pequeños. Luego los consoló y les habló al corazón. Y habitó José en Egipto, él y la casa de su padre. Y vivió José ciento diez años. Y José vio a los hijos de Efraín hasta la tercera generación. También los hijos de Maquir hijo de Manasés nacieron sobre las rodillas de José. Y dijo José a sus hermanos: Yo muero, pero ciertamente se os visitará y Elohim hará que subáis de esta tierra a la tierra que juró dar a Abraham, a Isaac y a Jacob. E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Elohim ciertamente os visitará y haréis subir mis huesos de aquí. Y murió José a la edad de ciento diez años, y lo embalsamaron, y fue puesto en el ataúd en Egipto.
Comentarios
Publicar un comentario