Lectura Bíblica - Día 102 - Salmos Capítulo 42 al 44
Lectura Bíblica - Día 102 - Salmos Capítulo 42 al 44.
Salmos 42
Al director del coro. Maskil de los hijos de Coré. Como el ciervo brama por las corrientes de agua, Así, oh Elohim, te anhela el alma mía. Mi alma tiene sed de Elohim, del DIOS vivo. ¿Cuándo entraré y veré el rostro de Elohim? Mis lágrimas fueron mi pan de día y de noche, Mientras todo el día me dicen: ¿Dónde está tu Elohim? Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: De cómo marchaba con la multitud y los conducía hasta la Casa de Elohim, Entre voces de júbilo y de acción de gracias de la multitud en fiesta solemne. ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Elohim, porque aún he de alabarlo: ¡Salvación mía y Elohim mío! Mi alma está abatida dentro de mí, Por tanto, me acordaré de Ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, del monte Mitsar. Un abismo llama a otro abismo con el rugir de tus cascadas, Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. De día YHVH enviará su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo. Oración al Elohim de mi vida: Digo a Elohim: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué ando enlutado por la opresión del enemigo? Como quien quebranta mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Elohim? ¿Por qué te abates alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Elohim, porque aún he de alabarlo: ¡Salvación mía y Elohim mío! ¡Hazme justicia, oh Elohim, y defiende mi causa! Líbrame de la gente impía, del hombre perverso y engañador, Porque Tú eres el Elohim de mi fortaleza. ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué ando afligido por la opresión del enemigo? Envía tu luz y tu verdad, estas me guiarán, Me llevarán a tu santo monte, y a tus moradas. Entonces entraré al altar de Elohim, al DIOS que es la alegría de mi gozo, Y te alabaré con el decacordio, oh Elohim, Elohim mío. ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Elohim, porque aún he de alabarlo. ¡Salvación mía y Elohim mío!
Salmos 43
¡Hazme justicia, oh Elohim, y defiende mi causa! Líbrame de la gente impía, del hombre perverso y engañador, Porque Tú eres el Elohim de mi fortaleza. ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué ando afligido por la opresión del enemigo? Envía tu luz y tu verdad, estas me guiarán, Me llevarán a tu santo monte, y a tus moradas. Entonces entraré al altar de Elohim, al DIOS que es la alegría de mi gozo, Y te alabaré con el decacordio, oh Elohim, Elohim mío. ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Elohim, porque aún he de alabarlo. ¡Salvación mía y Elohim mío!
Salmos 44
Al director del coro. Maskil de los hijos de Coré. Oh Elohim, hemos oído con nuestros oídos, Nuestros padres nos lo han dicho: Una obra portentosa hiciste en sus días, En los días de la antigüedad. Para plantarlos, expulsaste con tu mano a las naciones, Abatiste a los pueblos, para hacerlos arraigar. Aunque no por su espada heredaron la tierra, Ni su brazo les dio la victoria, Sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complacías en ellos. Tú eres mi Rey y mi Elohim. ¡Ordena la salvación de Jacob! Contigo derribaremos a nuestros enemigos, En tu Nombre hollaremos a nuestros adversarios. No confiaré en mi arco, Ni mi espada me hará vencedor, Porque eres Tú el que nos libras de nuestros opresores, Y el que avergüenzas a los que nos aborrecen. En Elohim nos gloriaremos todo el día, Y alabaremos tu Nombre para siempre. Selah Pero ahora nos has desechado y confundido; No sales ya con nuestros ejércitos. Nos haces retroceder ante el adversario, Y los que nos aborrecen nos saquean. Nos entregaste como ovejas al matadero, Y nos has esparcido entre las naciones. Has vendido a tu pueblo de balde, Sin exigir ningún precio por ellos. Nos convertiste en el oprobio de nuestros vecinos; En escarnio y burla de cuantos nos rodean. Nos pusiste como refrán entre las naciones; Como objeto de burla en medio de los pueblos. Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y la confusión ha cubierto mi rostro, Por el grito del que me vitupera y me deshonra; Por causa del enemigo y del vengativo. Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de Ti, Ni hemos sido infieles a tu pacto. Nuestro corazón no se ha vuelto atrás, Ni nuestros pasos se han desviado de tu senda, Aun así, nos has quebrantado en sitio de chacales, Y nos has cubierto con la sombra de la muerte. Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Elohim, O alzado nuestras palmas a un dios extranjero, ¿Acaso Elohim no demandaría esto? Porque Él conoce los secretos del corazón. Pero por causa de Ti somos muertos cada día, Somos contados como ovejas para el degüello. ¡Despierta, Adonai! ¿Por qué duermes? Desvélate, no nos abandones para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de la aflicción, Y de la opresión nuestra? Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo postrado en la tierra. ¡Levántate, oh Ayuda nuestra, Y redímenos por tu misericordia!
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