Estudio acerca de Job Capítulo 25 y 26
Estudio acerca de Job Capítulo 25 y 26
Información Histórica y Contextual
El libro de Job es uno de los libros más antiguos de la Biblia, que se cree que fue escrito entre el siglo XV y el siglo VI a.C. El autor es desconocido, aunque algunos han sugerido que pudo ser Moisés, Salomón o algún otro sabio de Israel. El libro narra la historia de Job, un hombre justo y próspero que vive en Uz, una tierra al este del río Jordán. Job es sometido a una serie de pruebas por parte de Satanás, con el permiso de Dios, para probar su integridad y su fe. Job pierde todos sus bienes, sus hijos y su salud, y se ve envuelto en un largo debate con sus tres amigos, Elifaz, Bildad y Zofar, que tratan de explicarle el sentido de su sufrimiento.
El capítulo 25 es el último discurso de Bildad, el más breve de todos los que intervienen en el debate. Bildad reitera la idea de que Dios es soberano y santo, y que el hombre es insignificante y pecador ante él. Bildad no responde a las preguntas de Job sobre la justicia de Dios, sino que se limita a afirmar la imposibilidad de que el hombre se justifique o se purifique por sí mismo. Bildad parece ignorar el dolor de Job y su clamor por una respuesta.
El capítulo 26 es la respuesta de Job a Bildad, en la que muestra su sarcasmo y su desprecio por la falta de ayuda de su amigo. Job reconoce la grandeza y el poder de Dios, pero lo hace de una manera más profunda y poética que Bildad. Job describe la obra de Dios en la creación, en el cielo, en la tierra y en el mar, y afirma que todo eso es solo una pequeña parte de su sabiduría. Job insinúa que Bildad no ha dicho nada nuevo ni relevante sobre Dios, y que su discurso es vacío y superficial.
Análisis del Texto
El capítulo 25 consta de seis versículos, divididos en dos partes. La primera parte (vv. 1-3) es una alabanza a la majestad y al temor de Dios, que gobierna sobre el cielo y la tierra con orden y paz. La segunda parte (vv. 4-6) es una pregunta retórica sobre la posibilidad de que el hombre se justifique o se limpie ante Dios, que contrasta la pureza divina con la impureza humana. Algunas palabras clave de este capítulo son:
- Señorío (v. 2): del hebreo memshalah, que significa dominio, autoridad o reino. Indica el gobierno absoluto de Dios sobre todas las cosas.
- Temor (v. 2): del hebreo pachad, que significa terror, pavor o reverencia. Expresa la actitud de respeto y sumisión que se debe tener ante Dios.
- Paz (v. 2): del hebreo shalom, que significa bienestar, armonía o seguridad. Implica la ausencia de conflicto, caos o mal en el orden divino.
- Justificar (v. 4): del hebreo tsadaq, que significa ser recto, inocente o justo. Implica estar en conformidad con el carácter y la voluntad de Dios.
- Limpiar (v. 4): del hebreo zakah, que significa ser puro, limpio o sin mancha. Implica estar libre de culpa, pecado o contaminación.
- Gusano (v. 6): del hebreo rimmah y tola’at, que significan larva, gusano o insecto. Indican la insignificancia, la fragilidad y la corrupción del hombre.
El capítulo 26 consta de catorce versículos, divididos en dos partes. La primera parte (vv. 1-4) es una ironía de Job hacia Bildad, en la que le reprocha su falta de compasión y de sabiduría. Job se burla de Bildad por haberle “ayudado” con palabras vacías y sin poder. La segunda parte (vv. 5-14) es una descripción de Job sobre la obra de Dios en la naturaleza, en la que resalta su poder y su conocimiento. Job muestra que Dios es el creador y el sostenedor de todo lo que existe, y que sus obras son insondables e incomprensibles. Algunas palabras clave de este capítulo son:
- Ayudar (v. 2): del hebreo azar, que significa socorrer, auxiliar o apoyar. Implica prestar asistencia o alivio a alguien que lo necesita.
- Salvar (v. 2): del hebreo yasha, que significa liberar, rescatar o defender. Implica proteger o restaurar a alguien de una situación de peligro o aflicción.
- Espíritu (v. 4): del hebreo ruach, que significa aliento, viento o espíritu. Puede referirse al aliento de vida, al viento como fenómeno natural o al Espíritu de Dios como fuente de sabiduría y poder.
- Sepulcro (v. 5): del hebreo abaddon, que significa destrucción, perdición o abismo. Es un término que se usa para designar el lugar de los muertos, el reino de las tinieblas o el infierno.
- Extremo (v. 7): del hebreo tsaphon, que significa norte, oculto o secreto. Es una palabra que se usa para indicar el lugar más remoto o misterioso del universo, donde se encuentra el trono de Dios.
- Sello (v. 10): del hebreo choq, que significa decreto, ley o límite. Implica la fijación de un orden, una norma o una frontera por parte de Dios.
Referencias Bíblicas
El capítulo 25 tiene algunas referencias bíblicas que se relacionan con el tema de la soberanía y la santidad de Dios, y la insignificancia y el pecado del hombre. Algunas de estas referencias son:
- Salmo 113:4-6: "Alto sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra?"
- Isaías 40:22: "Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar."
- Romanos 3:23: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
- Isaías 64:6: "Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento."
- Salmo 8:3-4: "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?"
El capítulo 26 tiene algunas referencias bíblicas que se relacionan con el tema de la obra de Dios en la creación, y la sabiduría y el poder de Dios. Algunas de estas referencias son:
- Génesis 1:1-2: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”
- Salmo 104:2-3: “Te vistes de luz como de vestidura; El cielo extiendes como una cortina. El arma las vigas de sus altos aposentos en las aguas; El hace de las nubes su carroza; Anda sobre las alas del viento.”
- Job 9:8-9: “Él solo extendió los cielos, Y anda sobre las alturas del mar. El hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, Y los lugares secretos del sur.”
- Proverbios 8:27-29: "Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo, Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo, Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento, Cuando establecía los fundamentos de la tierra."
- Salmo 139:7-10: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.”
Enseñanzas y Lecciones Religiosas
El capítulo 25 nos enseña que Dios es el Señor supremo de todo lo que existe, y que su gloria y su santidad son incomparables. Nos recuerda que el hombre es una criatura débil y pecadora, que depende totalmente de la gracia y la misericordia de Dios. Nos invita a reconocer nuestra condición humana y a humillarnos ante Dios, confesando nuestro pecado y buscando su perdón. Nos desafía a vivir con temor y reverencia ante Dios, obedeciendo sus mandamientos y honrando su nombre.
El capítulo 26 nos enseña que Dios es el Creador y el Sustentador de todo lo que existe, y que su poder y su sabiduría son insondables e incomprensibles. Nos muestra que Dios tiene el control absoluto sobre la naturaleza y los acontecimientos de la historia, y que nada escapa a su conocimiento y su providencia. Nos anima a confiar en Dios, aun en medio de las pruebas y el sufrimiento, sabiendo que él tiene un propósito y un plan para nuestra vida. Nos estimula a admirar y alabar a Dios, por sus obras maravillosas y por su amor incondicional.
Preguntas para la Reflexión
Algunas preguntas para la reflexión que se pueden plantear a partir de estos capítulos son:
- ¿Qué aspectos de la soberanía y la santidad de Dios te impresionan más? ¿Cómo afectan a tu relación con él? (Salmo 99:1-5)
- ¿Qué evidencias de tu pecado y tu necesidad de Dios ves en tu vida? ¿Cómo te acercas a Dios para recibir su perdón y su ayuda? (1 Juan 1:8-9)
- ¿Qué obras de Dios en la creación te maravillan más? ¿Cómo expresan su poder y su sabiduría? (Salmo 19:1-6)
- ¿Qué situaciones de tu vida te hacen sentir angustiado o confundido? ¿Cómo te sostiene y te consuela la presencia y el cuidado de Dios? (Salmo 46:1-3)
- ¿Qué atributos o cualidades de Dios te gustaría conocer o experimentar más? ¿Qué medios usas para buscar a Dios y aprender de él? (Jeremías 29:13)
Aspectos Teológicos
Algunos aspectos teológicos que se tocan en estos capítulos son:
- La teología de la creación: Es el estudio de la obra de Dios como Creador y Sustentador de todo lo que existe, y de su relación con su creación. Implica reconocer que Dios es el origen, el dueño y el fin de todo lo creado, y que todo lo que existe refleja su gloria y su bondad. También implica entender que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y que le dio el mandato de cuidar y administrar la creación. Asimismo, implica comprender que la creación está afectada por el pecado y el mal, pero que Dios tiene un plan de redención y restauración para ella.
- La teología de la providencia: Es el estudio de la obra de Dios como Gobernador y Proveedor de todo lo que existe, y de su intervención en los acontecimientos de la historia y de la vida humana. Implica creer que Dios tiene el control absoluto y el conocimiento perfecto de todo lo que sucede, y que actúa con sabiduría y amor para cumplir su propósito y su voluntad. También implica confiar en que Dios cuida y provee de todo lo necesario a sus hijos, y que obra todas las cosas para bien de los que le aman. Asimismo, implica someterse a la autoridad y la dirección de Dios, y cooperar con su plan y su obra.
- La teología de la salvación: Es el estudio de la obra de Dios como Salvador y Redentor de la humanidad, y de su oferta de perdón y vida eterna a los pecadores. Implica admitir que el hombre es incapaz de salvarse o justificarse por sí mismo, y que necesita la gracia y la misericordia de Dios. También implica aceptar que Dios ha provisto el único medio de salvación a través de la muerte y la resurrección de su Hijo Jesucristo, y que solo por la fe en él se puede recibir el perdón y la vida eterna. Asimismo, implica vivir con gratitud y obediencia a Dios, y con esperanza y gozo en su presencia.
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