Estudio 1ª de Corintios 9 y 10

Estudio 1ª de Corintios 9 y 10

¿Qué nos enseña Pablo en 1ª de Corintios 9 y 10?

La carta de Pablo a los corintios es una de las epístolas del Nuevo Testamento que el apóstol escribió a la iglesia de Corinto, una ciudad griega muy influyente y cosmopolita en el siglo I d.C. Pablo fundó esta iglesia durante su segundo viaje misionero, alrededor del año 51 d.C., y mantuvo una relación cercana con ella, a pesar de los problemas y conflictos que surgieron entre los creyentes. En esta carta, Pablo aborda varios temas de importancia para la vida cristiana, como la unidad, la pureza, el amor, los dones espirituales, la resurrección y la ofrenda para los santos. En los capítulos 9 y 10, Pablo se centra en dos aspectos clave: la libertad y la responsabilidad.

La libertad y la responsabilidad de Pablo (1ª Corintios 9)

En el capítulo 9, Pablo defiende su autoridad apostólica frente a algunos que la cuestionaban o despreciaban. Pablo argumenta que tiene derecho a recibir apoyo económico de la iglesia por su labor evangelística, así como a casarse y viajar con una esposa creyente, como hacen otros apóstoles. Sin embargo, Pablo renuncia voluntariamente a estos derechos por el bien del evangelio, para no poner ningún obstáculo a su predicación ni a su recompensa celestial. Pablo se adapta a las diferentes circunstancias y culturas de las personas a las que anuncia el mensaje de Cristo, sin comprometer la verdad ni su conciencia. Su objetivo es ganar a tantos como sea posible para el Señor, y para ello se hace siervo de todos.

Pablo también usa el ejemplo de los atletas que compiten en los juegos olímpicos, que se someten a una estricta disciplina y entrenamiento para obtener una corona corruptible. Pablo dice que él también se esfuerza por obtener una corona incorruptible, que es la salvación eterna. Por eso, se domina a sí mismo y no se deja llevar por los deseos carnales, para no ser descalificado después de haber predicado a otros.

La libertad y la responsabilidad de los corintios (1ª Corintios 10)

En el capítulo 10, Pablo advierte a los corintios sobre el peligro de abusar de su libertad cristiana y caer en la idolatría y la inmoralidad. Pablo usa el ejemplo de los israelitas en el desierto, que fueron bendecidos por Dios con el maná, el agua de la roca y la nube protectora, pero que también provocaron su ira con sus pecados y fueron castigados con la muerte. Pablo dice que estas cosas les sucedieron como ejemplo para nosotros, para que no codiciemos lo malo ni tentemos al Señor.

Pablo también habla sobre el tema de comer carne sacrificada a los ídolos, que ya había tratado en el capítulo 8. Pablo reconoce que los ídolos no son nada y que no hay más que un solo Dios verdadero. Sin embargo, dice que comer esa carne puede implicar participar en los sacrificios paganos y tener comunión con los demonios que están detrás de ellos. Esto es incompatible con tener comunión con Cristo en la cena del Señor, donde participamos de su cuerpo y su sangre. Por eso, Pablo exhorta a los corintios a huir de la idolatría y a no buscar su propio beneficio, sino el de los demás. Pablo dice que todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios y para el bien de nuestro prójimo.

Referencias Bíblicas

  • Hechos 18:1-18: relata cómo Pablo llegó a Corinto y fundó la iglesia allí. “Después de esto, Pablo salió de Atenas…”
  • Gálatas 2:7-9: menciona cómo Pedro, Santiago y Juan reconocieron el ministerio de Pablo entre los gentiles. “Al contrario, al ver que se me había encomendado…”
  • Filipenses 3:14: expresa el mismo anhelo de Pablo por alcanzar la meta de la salvación eterna. “Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio…”
  • Números 11:4-6; 14:1-4; 16:41-50; 21:4-9; 25:1-9: son algunos de los pasajes del Antiguo Testamento que narran los pecados y los castigos de los israelitas en el desierto. “El pueblo extranjero que los acompañaba…”
  • Deuteronomio 32:16-17: describe cómo los israelitas provocaron a Dios con sus ídolos, que eran demonios. “Con sus dioses extraños lo provocaron a celos…”
  • 1ª Juan 1:3; 5:21: enfatiza la importancia de tener comunión con Dios y con su Hijo, y de apartarnos de los ídolos. “Lo que hemos visto y oído, eso les anunciamos…”

Enseñanzas y Lecciones Religiosas

De estos dos capítulos de la carta de Pablo a los corintios, podemos extraer varias enseñanzas y lecciones religiosas que nos ayudan a crecer en nuestra fe y en nuestro servicio a Dios. Algunas de ellas son:

  • La autoridad apostólica de Pablo se basa en su llamado divino, su fidelidad al evangelio y su amor por las almas. Pablo no busca su propio interés, sino el de Cristo y el de su iglesia. Nosotros también debemos reconocer y respetar a los siervos de Dios que nos enseñan su palabra y nos cuidan espiritualmente.
  • La libertad cristiana no es una licencia para hacer lo que nos plazca, sino una oportunidad para glorificar a Dios y edificar a nuestro prójimo. No debemos usar nuestra libertad como pretexto para el pecado, sino como un medio para el bien. Tampoco debemos juzgar ni despreciar a los que tienen una conciencia más débil o más sensible que la nuestra, sino considerarlos y amarlos.
  • La responsabilidad cristiana implica ser conscientes de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones, tanto para nosotros mismos como para los demás. No debemos ser negligentes ni presuntuosos, sino prudentes y humildes. Tampoco debemos ser egoístas ni indiferentes, sino generosos y compasivos.
  • La comunión cristiana es una expresión de nuestra unión con Cristo y con su cuerpo, que es la iglesia. No podemos tener comunión con Cristo si tenemos comunión con el mundo o con el maligno. Debemos apartarnos de todo lo que nos contamina o nos aleja de Dios, y acercarnos a él con fe y obediencia.

Preguntas para la Reflexión

Para profundizar en el significado espiritual de estos dos capítulos, te invito a reflexionar sobre las siguientes preguntas:

  • ¿Qué derechos o privilegios estás dispuesto a renunciar por el bien del evangelio? ¿Qué te impide hacerlo? (1ª Corintios 9:12; Mateo 16:24-26)
  • ¿Cómo te adaptas a las diferentes personas o culturas a las que quieres compartir el mensaje de Cristo? ¿Qué principios o valores no negocias? (1ª Corintios 9:19-23; 1ª Pedro 3:15-16)
  • ¿Qué disciplinas o hábitos practicas para fortalecer tu vida espiritual? ¿Qué tentaciones o debilidades te amenazan? (1ª Corintios 9:24-27; Gálatas 5:16-25)
  • ¿Qué ejemplos bíblicos o históricos te inspiran o te advierten sobre tu caminar con Dios? ¿Qué lecciones aprendes de ellos? (1ª Corintios 10:1-13; Hebreos 11)
  • ¿Qué actitudes o acciones tuyas pueden afectar negativamente a tu relación con Dios o con tu prójimo? ¿Qué puedes hacer para evitarlo o remediarlo? (1ª Corintios 10:14-33; Romanos 12:9-21)

Aspectos Teológicos

Estos dos capítulos también tocan algunos aspectos teológicos que son importantes para entender la doctrina cristiana. Algunos de ellos son:

  • La autoridad apostólica: Pablo afirma que su apostolado no se basa en el reconocimiento humano, sino en el llamado de Dios y en la evidencia de su obra. Pablo tiene la autoridad para enseñar, corregir y exhortar a las iglesias que ha fundado o visitado, y también para recibir su apoyo material. La autoridad apostólica se ejerce con humildad, amor y sacrificio, no con orgullo, dominio o codicia. Los apóstoles son los testigos autorizados de la resurrección de Cristo y los transmisores de su revelación. Sus escritos son inspirados por el Espíritu Santo y forman parte del canon bíblico.
  • La libertad cristiana: Pablo enseña que los cristianos somos libres de la ley mosaica y de las tradiciones humanas que nos imponen cargas innecesarias. Somos libres para servir a Dios con alegría y gratitud, y para amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Somos libres para usar los dones que Dios nos ha dado y para disfrutar de las cosas buenas que él ha creado. Sin embargo, la libertad cristiana no es una excusa para el libertinaje, sino una responsabilidad para hacer el bien. La libertad cristiana se limita por el amor a Dios y al prójimo, y por la edificación del cuerpo de Cristo.
  • La responsabilidad cristiana: Pablo enseña que los cristianos somos responsables ante Dios de nuestra conducta y de nuestra conciencia. Somos responsables de obedecer sus mandamientos y de seguir el ejemplo de Cristo. Somos responsables de cuidar nuestra vida espiritual y de evitar el pecado que nos aleja de Dios. Somos responsables de respetar la conciencia de los demás y de no hacerles tropezar con nuestra libertad. Somos responsables de buscar el bien común y la gloria de Dios en todo lo que hacemos.
  • La comunión cristiana: Pablo enseña que los cristianos somos un solo cuerpo en Cristo, que es nuestra cabeza. Somos miembros los unos de los otros, y tenemos diferentes dones y funciones para servirnos mutuamente. Somos llamados a vivir en unidad, amor y paz, sin divisiones ni contiendas. Somos invitados a participar de la cena del Señor, que es el memorial de su muerte y resurrección, y que expresa nuestra comunión con él y con su iglesia. Somos advertidos de no tener comunión con las obras de las tinieblas ni con los ídolos, que son abominables a Dios.

Conclusión

En conclusión, los capítulos 9 y 10 de la primera carta de Pablo a los corintios nos enseñan sobre la libertad y la responsabilidad que tenemos como cristianos. Pablo nos muestra cómo él mismo vive estas realidades en su ministerio apostólico, y nos exhorta a seguir su ejemplo. Pablo nos anima a usar nuestra libertad para el bien del evangelio y para la edificación de la iglesia, y nos advierte de no abusar de ella ni caer en el pecado. Pablo nos recuerda nuestra responsabilidad ante Dios y ante nuestro prójimo, y nos insta a vivir en comunión con Cristo y con su cuerpo.

Espero que este escrito te haya ayudado a comprender mejor estos dos capítulos bíblicos, y que te haya inspirado a aplicar sus enseñanzas en tu vida personal y comunitaria. Si tienes alguna pregunta o comentario sobre este tema, no dudes en escribirme. Estaré encantado de conversar contigo sobre la palabra de Dios. Que el Señor te bendiga. 😊

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